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4 de marzo de 2011

Justice

La gente en este mundo se divide en muchas maneras: por plata, cultura, razas, religión, gustos, etcétera. Depende la persona la mas importante, en la que decide apoyarse para resaltar. Como es natural, la gente en general se apoya en el dinero para brillar como personas, sin darse cuenta de que si hay algo que no consiguen en exactamente su cometido. Las personas gracias a estas divisiones se vuelve vulgar y odiosa, cuando la competencia por ser alguien en este mundo pasa a ser algo de vida y muerte hace que hasta el más sabio olvide sus principios y lo mas importante. La manera de saber cuando te pasaste de la raya es cuando te quedaste solo, sin nadie, sin una familia o amigos ya que te empezaste a juntar con gente que te beneficiaria en tu objetivo y poner tu confianza en el cuando dejabas atras a todos los uqe en un futuro te dejarian a vos. Cuando todos te dejaron y te quedaste en un circulo en el cual la gente solo te utiliza, es cuando ya no te quedan muchas opciones: o te quedas como estas en ese momento, sin nadie, o te disculpas con la gente de tu pasado aunque haya una enorme probabilidad de que no te la acepten o que ya no te traten del mismo modo y abandonar todo lo que atanto trabajo te costo conseguir. Obviamente que para tener poder no es necesario dejar todo lo importante, ya que hay algunas personas, gente sabia, que lograron tener su cometido sin perder a nadie en el intento.
Como se imaginaran, hay gente que comenzo sola y su mayor cometido era nada mas que una simple persona cuyo hombro estuviera siempre ahi, como lo estaria el de esa persona para el otro.
Un caso interesante es el de una huerfana que se crio sola en las calles. Su nombre era un misterio, ni ella misma sabia cual era. Tendria unos 11 años. Una persona muy callada y poco timida, con una manera de ser firme pero a la vez dulce. No poseia ningun talento en el area de las artes ya que no sabia ni cantar, ni dibujar, ni escribir. Era una persona muy desconfiada. Tambien era justa. En cierto modo era una persona a la que cualquiera le resultaria dificil no querer, y a pesar de eso, nadie la queria.
Entonces ya saben como es su vida antes de todo, lo cual empezo como un asesinato. La chica estaba sentada en la calle cuando escucho un disparo. Los gritos de la gente cerca abrumaban su mente. Fue a ver que habia pasado, y vio a un hombre entrado en años rodeado por un charco de sangre y a su lado un chico de unos 20 años que aparentemente era el hijo quien estaba completamente shockeado por lo ocurrido. Miro a su alrededor y no pudo ver ni una ambulancia atendiendo al herido (o muerto) ni una patrulla persiguiendo al  asesino. No podia dejar que se escapara, sentia la obligacion de seguirlo, sentia el deber hacia el desconocido difunto y a su pobre hijo de alcanzar al culpable. Fue entonces que salio disparada corriendo tras el asesino. Lo increible fue que no buscaba una recompensa si buscaba siquiera un gracias. Lo unico que queria era atrapar a ese maldito y seguir con su vida en soledad.
Logro arrinconar al hombre en un callejon sin salida. El asesino se rió de ella.
- Nena, ¿en serio creés que vas a poder atraparme? - ella no respondió. Estaba segura de su fuerza, seria chiquita, pero nadie podia meterse con ella.
A medida que la risa del asesino se hacia mes fuerte, mas se notaba la ausencia de sus dientes, mas asco daba, y mas la encolerizaba. Sin pensarlo dos veces le dio un golpe que le quebro la nariz y lo tiro al piso, inmovilizandolo.
- ¿Que me decis ahora, idiota? - le pregunto.
Casi al instante llego la policia. Estaban asombrados por lo que habia hecho, la felicitaron y ella se limitaba a asentir. Llevaron al criminal a la prision y se llevaron en la morgue al difunto.
Aquella noche llovió a cántaros. La chica no sabia donde estar y termino sin otra opción que quedarse en unas escaleras de entrada a una casa. Tenía frio y hambre, no habia comido en todo el dia. Fue entonces cuando escucho una voz familiar.
- Es ella señor. - era el policia.
Se paró bruscamente y se dio vuelta. Vio al mismo chico que habia visto esa mañana. Se veia triste y cansado. Tenia ganas de ir a consolarlo, pero su naturaleza desconfiada la hiso retroceder cuando este intento acercarcele.
- Tranquila. - dijo él con un semblante dulce, pero de repente parecio preocupado, se saco la campera y se la tendio - debes estar congelada, toma. No quiero que te enfermes.
¿La estaba protegiendo? No lograba entender lo que intentaba.
- ¿Por qué? - le pregunto ella, una sonrisa cruzo el rostro del chico.
- Ya te lo dije. Acercate, no te quiero hacer daño, sino todo lo contrario. - la intento animar él.
La única razon por la cual ella se acerco era por el cariño que su voz reflejaba.
Él la rodeo con el abrigo.
- Veni a mi casa. Te prometo que te voy a cuidar. - le ofrció él.
- ¿Por que? Discculpeme, pero no tiene ni la menor idea de quien soy, podria ser una ladrona o algo asi. Y lo mismo me pasa a mi con usted. ¿Como puedo confiar en alguien que no conozco?
- Se que no sos una ladrona o algo asi, vos fuiste la persona que atrapo a ese asesino y te debo mucho. - le explico.
- ¿Y como puedo confiar yo en usted?
Lo penso.
- Supongo que eso corre por tu cuenta.
Lo miro. Le estaba ofreciendo a alguien como ella una mejor opcion de vida. Le estaba ofreciendo abrigo y techo, mucho mas de lo que jamas hubiera podido soñar.
No le dijo nada, bajo la miraday se acerco un poco mas a el.
- Tomo eso como un si. - susurro y la llevo a un auto. Era cálido y seco - ¿Tenes hambre? ¿Ya comiste?
Nego con la cabeza.
- Hace un dia que no como. - Le respondio ella, y el la miro sorprendido.
El chico tenia unos ojos casi amarillos y pelo rubio. Era bastante agraciado.
- Faa - exclamo. - Y pensar que yo me muero de hambre si no como nada en el termino de una hora y vos hace mil que no comes y no te quejas.
- Asi es la vida. - dijo ella.
El la miro sorprendido, despues cambio, parecia orgulloso.
- Tuviste una vida dura, me imagino - dijo el y ella intento apartar la mirada - ¿Que paso con tus padres?
- Nunca tuve. Me dejaron en la calle. - contesto con naturalidad.
- Lo lamento...
- No tenes por que. - le dijo.
La miro angustiado.
- Soy James. - ella asintio - ¿y vos...?
- No lo se. - respondio.
-¿¡Como que no sabes!? ¡Es muy importante saber...! - empezo el indignado pero ella lo interrupio.
- No lo es para mi. - le explico con simpleza.
James no sabia que decir. No sabia su nombre, no tenia una casa ni comida. ¿Que era lo que le parecia importante a esa chica?
- Bueno, supongo que te vamos a tener que poner un nombre. - y justo con esas palabras, que tanto la sorprendieron, llegaron a la casa.
La casa era probalemente la mas linda que ella habia visto en su vida. No podia creer que tenia la posibilidad de vivir ahi.
- ¿Te gusta? - le pregunto James, ella asintio.
- Me encanta. - él sonrio y la guio hacia adentro.
Era una casa grande y hermosa, aunque humilde a la vez. Las pareces eran blancas y los sillones y ventiladores eran azules. Habia varios cuadros colgados y la decoracion era de un gran gusto.
James le dio un recorrido por la casa y le mostro el que seria su cuarto. Es imposible imaginarse hasta que punto podria estar una persona agradecida, pero ella pensaba que nadie podria estar mas agradecida que ella en esos momentos.
- Gracias. - le agradecio.
- Soy yo quien debe agradecerte. - su sonrisa era triste y honesta - Veni, debes estar muerta de hambre.
Entonces la llevo a la cocina y le hiso la comida.
- Entonces, ¿como te vamos a llamar?
- No se...
- ¿Te gusta Justice?
Ella sonrio y asintio. Le gustaba, aunque no supiera que significaba.
James tambien sonrio.
Y siguieron charlando.

Continuara...


(Se que la imagen no tiene absolutamente nada que ver con la historia, pero me parecio MUY buena)

Mikuu