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11 de septiembre de 2010

La miserable eternidad

Esta historia no es facil de contar, apenas puedo sostener la lapicera al escribir estas palabras. Pense guardarme esta parte de mi vida para que nadie la supiera, pensababa llevarme este secreto a la tumba, pero ya no puedo vivir, no con esta carga en sima mio. Se que les parecera poco problema al principio, pero este simple tema que solo podria separar a unas amigas, termino haciendo de mi vida un infierno.


Supongo que todos ustedes se preguntaran, ¿Cual es este gran problema? Y aunque no les quiero arruinar el final, accion en la cual me considero una completa experta, se los voy a decir. Me enamore del mayor enemigo de mi mejor amiga. Suena raro, casi inofensivo si uno lo piensa, ¿no les parece?

Todo empezo un dia de Diciembre en un viaje en grupo, con amigos de Julieta, mi amiga que dije antes. Uno de sus amigos habia decidido invitar a su amigo, Lucas, con el cual Juli siempre habia tenido graves problemas. Se odiban entre si, y no como ese odio/amor, odio puro, y desde chiquitos. Yo habia escuchado mucho sobre el, Juli siempre lo criticaba, aunque no lo conocia, como la mayoria de la gente de ahí, ya que iban a otro colegio bastante lejos de donde vivia. Apenas sabia por que iba, mi amiga me suplico que fuera por dos razones, primera, porque queria llamar la atención del chico que le gustaba y necesitaba las 24 horas de mi ayuda, y segunda, porque al enterarse de que lucas iba, le agarro el panico.

Nos fuimos en el auto de Julieta hacia la cabaña del tio de su amigo marcos, el viaje fue muy divertido hasta que vi como mi amiga se tensaba en su asiento al ver a un chico, aunque antes de que me pudiera dar vuelta, me dice:

- Cuidado, ese es el idiota – rei y me di vuelta para verlo. Era un chico flaco, no era muy alto, pero tampoco un enano, un poco mas alto que yo, que media un metro sesenta. Su pelo era castaño y completamente despeinado, tenia ojos marrones chocolate y una sonrisa, tal como su mirada, que era muy tentadora. No me quede mirandolo, claro, sino que sali el auto con Juli y, ella lo paso de largo, pero yo lo salude. No se piensen que fue uno de esos momentos "magicos" o algo asi, aunque tengo que admitir que me gustaba mucho, pero no saldria con el, no...
Esos dias no fueron los mas interesantes de mi vida, pero la pase muy bien. Lucas se porto bastante bien con Juli, aunque a mi me ponia muy nerviosa. La pasabamos muy bien cuando charlabamos, y tenia una risa de lo mas seductora, pero hise todo lo posible por no caer en sus garras por mas imposible que fuera. Las miradas que me dirijia hacia que un escalosfrio recorriera por mi espalda, y, bueno... no tengo que darles detalles de eso, con los pocos dias en que lo habia conocido (aunque ninguno de los dos sabia demasiado del otro) habia logrado la tarea que mis otros novios no consiguieron en años con migo, conquistarme completamente.
La noche antes del peor dia de mi vida, fue una muy calurosa. El calor siempre me impidio dormir. El dolor de cabeza me taladraba la frente, y solo pensaba en el dia siguiente en el que me iria. Por un lado estaba feliz, volver a mi casa, pero por el otro no, y no sabia porque. Aunque con el tiempo me di cuenta de que era por algo que sentia, por alguien. Por Lucas.
Esa noche despues de un largo rato intentando dormir, lo logre, pero me levante al rato con una sed terrible. Al llegar a la cocina,  tome directo de la unica botella un trago largo de agua y me diriji a mi cuarto pero esa risa unica que me hacia estremecer hasta la ultima celula me hiso dar vuelta.
- Buenas noches - dijo Lucas aparentemente divertido.
- mmh - dije yo, bueno... "dije".
- ¿Ya te vas? - pregunto como si estuvieramos jugando, que pesado - pense que querrias charlar un rato...
- ¿No dormiste nada hasta ahora? - pregunte, notando que se ruborizaba un poco, aunque no estaba segura, estaba muy oscuro.
- Non, no me puedo dormir, pero no tengo tanto sueño, de todos modos. Veni, sentate. No te asustes que no muerdo - dijo en broma dando unas palmaditas en la silla mas cercana.
Sentia un escalofrio en la parte inferior de la espalda y un cosquilleo en el estomago, me estaba poniendo muy nerviosa, y se me secaba la boca. Una voz en mi interior me dijo que me fuera, que no terminaria bien, aunque la otra, mas fuerte, mas convincente, me dijo que me quedara. Y asi lo ise. Agarre devuelta la botella de agua y me sente en la mesa, sin hacer caso a sus indicaciones como hacia con casi todo.
El me sonrio abiertamente y se acerco, evitandome con sus brazos que me alejara, mirandome fijamente.
Abrio la boca para decir algo, pero algo parecio interrumpirlo. Tal ves la urgencia de hacer completamente impulsivo antes de que lo descubrieran o le viniera la ficha  de sus acciones. Lo malo, era que yo estaba en la misma.
Me rodeo en sus brazos y me beso. Yo, sorprendida con mi comportamiento, lo segui e incluso lo acerque a mi. ¿Por que estaba haciendo eso? ¿En que estaba pensando? o mejor dicho... ¿Por que no reaccionaba? creo que el hecho de que fuera un rival, bueno... no uno para mi pero las mejores amigas comparten esas cosas, o que fuera tan... fuera de lo comun, tan distinto a cualquier otro chico con el que haya estado antes, lo convertia en una aventura excitante.
Sin siquiera separarnos nos dirijimos hacia el cuarto, aunque gracias a dios, recorde que Juli estaba ahi y lo aleje, pero no lo suficiente como para no sentir sus latidos, ni su respiracion agitada sobre mi.
- No te puedo dejar entrar...
- Lo se, lo se... - me interrumpio desepcionado.
Me volvio a besar, y espere a que se fuera, pero no lo hiso.
- ¿No te vas a dormir? - pregunte, solo para no ser desubicada, honestamente no me importaba si que haria sepues.
- Despues de esto, no podria dormir ni con pastillas - dijo.
Me rei, y le di un beso rapido. Entonces recorde algo.
- ¿Te puedo pedir un favor?  - le pregunte, Lucas no parecia prestarme mucha atencion, asintio y siguio jugando con uno de mis bucles, y dije con voz firme - Que nadie se entere, no querria que Juli se enojara por esto.
Me dedico una sonrisa tentadora y me mordi el labio inferior para no volver a tirarme en sus brazos.
Y el tampoco intento besarme, se dio media vuelta y me dejo mirando su espalda llendose. Pero se volvio hacia mi, y me dijo:
-Sos tan... fiel - dijo, y miro para abajo suspirando - no puedo creer que te vallas mañana.
Me quede helada, pegada al piso, mirandolo irse triste y melancolico, sin volver atras.
Entre a mi cuarto, y aunque al principio no me podia dormir, pero con las horas me fui atontando hasta que logre consolar el sueño. En un momento, no puedo especificar cuando, escuche el ruido de alguien que entraba y habria una balija. Pense que seria Juli, haci que no hise caso.

A la mañana, cuando ya habia metido todas mis cosas en el auto, escuche unos gritos de parte de Julieta, que me asustaron bastante y fui a ver que pasaba. Cuando llegue al jardin trasero de las cabañas me lleve un disgusto enorme, toda la ropa de Juli estaba colgada en el techo como una bandera, y todos se estaban riendo como imbesiles, pero alguien llamo mi atencion: Lucas. Su pelo castaño relucia alborotadamente, mas depeinado que lo usual. No estaba en pijama como el resto sino que tenia lo mismo que usaba la noche anterior. Este chico era el que mas se reia de todos, y como si fuera poco, llegue a escuchar al mas tonto del grupo (un chico bajo de pelo negro con la cara toda llena de granos) felicitandolo por la ocurrecia. Nunca lo habia odiado tanto como en ese momento. Cuando se dio cuenta de que lo miraba, se quedo helado. Mas enojada que nunca me di media vuelta dispuesta a ayudar a mi amiga a recuperar sus cosas, pero el me agarro del brazo con tal fuerza que ni siquiera me pude soltar.
- Espera, no entendes... - Empezo a decir el.
- No la verdad que no, ¿Cual era la necesidad de hacerle esto? - le pregunte furiosa, pero al ver sus ojos supe que nunca podria amar a nadie como a el, no me queria pelear, pero no me quedaria de brazos cruzados mientras le hacia la vida imposible a mi mejor amiga.
- No se, pense que te quedarias... - dios mio, era como un nene, sabia que era apenas unos meses mas chico que yo, pero esos meses en esos momentos parecian años, nunca me habia dado cuenta antes de su inmadurez.
-  Sabes que no tengo tiempo de esto - al decir esto me fui, pero lo conocia lo suficiente para saber que me seguia. Yo me estaba dirijiendo a donde Julieta estaba en esos momentos, pero la perdi de vista.
- Espera, Liz, es en serio, no me entendes... - vacilo unos segundos - yo... te amo.
Bueno, me quede completamente petrificada en mi lugar mirandolo. Me hubiera quedado hasi hasta que el se animara a besarme si no hubiera sido por el grito de indignacion de Juli, quien habia escuchado todo y se estaba peligrosamente asomando por el techo para ver bien a nuestras caras.
- ¿Estan juntos? - dijo sin dar credito a sus palabras.
- Para, para, Juli... no es lo que parece.... -dije para tranquilisarla, aunque sabia muy bien lo que pensaba... y tenia razon.
- ¡Claro que lo es! - dijo enojada caminando distridamente hacia adelante.
- ¡No avances! - gritamos Lucas y yo a la vez - ¡Te vas a caer!
- ¿Que? - pero para cuando se dio cuenta ya era demasiado tarde, Juli habia caido en el agua.
Los dos fuimos corriendo alarmados hacia el lago para rescatarla, pero cuando Lucas la saco del agua, nos dimos cuenta de que estaba muerta.
Shockeada, me deje caer de rodillas a su costado y por primera ves en muchos años llore. Llore, no solo por la culpabilidad que me embargaba, sino tambien por la hermana, y unica persona que habia estado con migo todo el tiempo hasta ese dia, que habia perdido, y para siempre.
Lucas se arrodillo a mi lado y me abrazo para consolarme. Lo queria sacar de en sima mio, queria golpearlo e irme lejos, a un lugar donde nadie jamas me encontrara y estuviera en paz con mi culpa. Pero por alguna razon no me movi y me deje consolar.
Ya no me acuerdo mucho desde ese entonces, se que es algo normal, pero no fue mucho tiempo, habra sido apenas unas semanas, y solo tenia a Lucas en estos momentos. Si, lo se, soy una basura, sigo con Lucas despues de todo. Aunque el pobre chico tambien se sentia muy culpable, pero no queria que me diera cuenta de lo que sentia.
Lo unica que mi memoria recuerda (bueno gente, los fantasmas tenemos pesimas memorias) eran las sombras, formas que veia y los sonidos que escuchaba durante las noches. Pensaba que eran un juego que mi mente me hacia. Algo asi como esas enfermedades que el cuerpo se atacaba a si mismo. Pense, no, ¿Pense? Me estaba volviendo loca.
Mis dudas se confirmaron el mismisimo dia de mi muerte. Era una noche de Junio, hacia mucho frio en la casa, aunque afuera era uno de los dias mas calurosos de ese crudo invierno. Vi la forma de una chica cruzada de piernas en mi silla, que me miraba fijamente. Supe casi al instante quien era, Julieta. Cerre los ojos y los volvi a abrir, pero ahi seguia. Me pare para acercarme y hasi verla mas de cerca, pero me arrepenti casi al instante. Su cara estaba deformada, casi completamente carcomida del lado izquierdo (lo que me provoco un estremecimiento en la espalda, era el lado intimo de la cara), y le faltaba el ojo derecho. Tenia ganas de gritar estaba completamente asustada.
De repente, ella desaparecio. En su lugar aparecio un esqueleto gigante con una tunica con capucha negra y un instrumento que utilizaban a principios de la agricultura... ¿La hoz, era? y lo reconoci rapidamente gracias a mi aficion por las calaberas, era la parca (o la muerte, como la quieran llamar).
- Es tu hora - me dijo con una vos de ultratumba, un escalofrio recorrio hasta por la ultima celula de mi cuerpo, no era ese tipo de escalofrio placentero como el que habia sentido el dia de mi primer beso con Lucas, sino uno horrible, de un frio que te congelaba el alma. No me resisti, pense en que si seria doloroso seria mejor no empeorarlo, despues de todo si no era en ese momento tendria que ser otro dia. No habia caso en posponerlo. Trague saliva y espere a que tocara mi ultima sentencia pero lo que senti al morir no fue nada a lo que me habia imaginado antes. Fue una sensacion casi placentera, sentia a mi alma abandonar mi mente culpable y de cada rincon de mi cuerpo hasta que senti como de un tironcito que salia de mi roto corazon.
Podia imaginarme a mi en esa sensacion de felicidad despues de abandonar mi cuerpo. Estaba volando, el sueño de toda mi vida, hacia un lugar hermoso, hacia un lugar donde todo era mejor. Pero algo corto el hilo de mis sueños y me impidio seguir ese vuelo fantastico que estaba logrando. Mire para abajo, cadenas.
Vi a Juli, pero esta ves mi amiga se veia mas linda que nunca.
- ¿Que pasa? ¿Por que no puedo seguir volando? - dije desesperada por recuperar ese sueño.
- Es tu sentencia. - dijo con una sonrisita maligna.
- ¿Pero como? En todo caso... ¿No deberia ir al infierno? - pregunte.
- Eso es para la gente que fue mala por toda su vida - dijo - la gente como vos les toca una sentencia menos dolorosa, pero en mi opinion mucho mas aburrida, el quedarse en la tierra, atado por estas cadenas - termino señalando a esas cosas que impedian mi libertas.
Por mas que supiera la razon, no pude evitar preguntar:
- ¿Por que?
Juli sonrio y se retiro en un fabuloso vuelo hacia los cielos y yo me quede ahi. Bueno, al menos sabia cual hiba a ser mi futuro. Una eternidad miserable.






Faa, es una de las historias mas dramaticas que hise, y mas diferentes a mi vida tambien. pero espero que les haya gustado. =) estoy un poco inexpresiva hoy, pero les quiero agradecer por leer este blog y espero que si puedan comenten y se suscriben. =P
Gracias por todo, los quieroo!!
Miku Cherryfields

P.D.: Creo que lo mas dramatico de todo el el titulo, dios, nadie lo va a leer... jajaj

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