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27 de julio de 2010

nuevo mandala


-¡Pasa!, no seas tímida- dijo el profesor de arte. Era un hombre bastante formal, sus ojos grises mostraban experiencia y dulzura, tenia varias canas que pedían a los gritos que las tiñan o algo de diversión. Su estilo era como el estilo que tendría el señor Collins (del libro de Jane Austen, Orgullo y Prejuicio) para ser simple.
Tenia que admitirlo, en esos momentos los único que tenia ganas de hacer era golpearlo, a pesar de ser buena persona era irritante que me tratara como una nena de 5 años.
Entre a la sala, completamente roja de la vergüenza, para descubrir que, para mi suerte, solo había una única chica. no podía detener el sentirme completamente aliviada al solo tener que enfrentar a una chica. No me llevaba con la gente, toda la gente a excepción de mi familia eran las tres cosas que mas me repugnaba ver en una persona: falso, estúpido y en sima, creído.
- Hola- le dije con la mejor sonrisa que pude hacer a mi nueva compañera.
- Hola - me dijo dirigiéndome la sonrisa mas tímida que había visto - me llamo Ornella, ¿y vos?
No era muy original.
- Isis.- mas simple imposible, pensé para mis adentros.
No nos hablamos por un rato, ya que el profesor nos estaba explicando como hacer un mandala. Como si nunca lo hubiera hecho, aunque tenia que decir la verdad, me divertí bastante haciéndolos.
- ¿Cuantos años tenes? - me pregunto de repente, se notaba que quería sacar conversión.
- 15, ¿y vos? - decidí ser amable, pobre chica, seguro que estaba medio incomoda, decidí mostrar mi lado bueno, no parecía mala gente.
- 13 y medio.
¡Que bueno! Me llevaba muy mal con la gente mayor que era mayor que yo, me trataban como si fueran superiores que yo, mas fuertes, a pesar que seguramente seguirían cada dieta y consejo que te dan las revistas para que uno se parezca a las modelos que aparecen en sus revistas, a las cuales, yo sospecho, que las deben tener muertas de hambre para mantenerse del ancho de una percha. ¡Que sera de ellas cuando las perchas vengan en un tamaño mas chico! le solía decir a mi hermana mayor desde chiquita cuando intentaba seguir los pasos de esas modelos.
Lo bueno de la gente chica, es que te tratan bien y generalmente son simpáticos, a menos que sean unos nenes malcriados, pero la mayoría de las veces no lo muestran al público.
El tiempo pasaba muy rápido, aunque las dos pudimos hablar bastante. Era buena, algo tímida pero me caía bien. Al poco tiempo nos encontramos con que ya nos teníamos que ir, no sabia por que no tenia ganas de irme, obviamente no por el profesor, cuyas canas al aire que daban ganas de reír a carcajadas,si no que para quedarme charlando.
- ¿Queres salir a tomar algo? mis papas no me vienen a buscar hasta en una hora mas o menos- dijo Orne- a ver si me hago alguna amiga, ¿no?
No lo podía creer, ¡ella también necesitaba una amiga!
- ¿No queres venir a mi casa? queda a una cuadra y esta por llover, me parece- le ofrecí
- Bueno, mi mama me mataría si me ve toda empapada- dijo con una sonrisa mirando al cielo de un gris mas oscuro que los ojos del profesor.
Y entonces nos dirigimos a mi casa, charlando felizmente. Estaba sin palabras, por fin una amiga, alguien nuevo con el que me llevara bien, un nuevo mandala.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Me encanto esta historia!!! (Y el mandala q la ilustra). Lo que mas me gusto fue la ultima oracion: "... por fin una amiga, (...) un nuevo mandala". Hay que ver que se te ocurre despues!

Mikuu Cherry dijo...

jaja! graciaas luu!!!tkm!! que bueno que te gustoo!! :)

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