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5 de junio de 2011

Dos caras


-    Leo… - intenté protestar. Estaba apoyada en la puerta de mi casa, y no estaba de un humor para estar con alguien después de lo que había pasado con Luke. Pero no tuve en cuenta el que Leo nunca aceptaba un no por respuesta, puso sus brazos a mis dos costados, como para no poder escapar, y me miro con una sonrisa divertida.
-    ¿Por qué no? – me preguntó. Se acercaba poco a poco y tuve que hacer un gran esfuerzo por no olvidarme de lo ocurrido y… bueno, dejarlo pasar.
-    Porque no tengo ganas… - contesté. Que gran mentira.
-    ¿No queres estar conmigo? – preguntó con un tono exagerado, para que pensara que le dolia, pero enrealidad me jodía.
-    Si, claro que si, pero se que tenes en mente, y hoy, no se si te acordas, no fue un gran día para mi. – dije.
-    Bueno, dejame mejorarlo. – propuso con una sonrisa aun mas grande.
-    Pero… - empecé yo.
-    ¿Qué te pensas que vamos a hacer? – pregunto Leo evitando el tirarse al piso de la risa – Despues dicen que yo soy el pervertido.
Senti como me sonrojaba. No es que no lo hubiera pensado, porque era lo que tenia en mente pero… lo había tomado por hecho, y lo seguía haciendo.
-    ¡Nunca dije nada por lo que me pudieras tomarme por pervertida! – protesté. Me sentía lo bastante avergonzada como para que el encanto de Leo dejara de funcionar.
-    ¡Si! ¡Es obvio! – dijo entre risas.
-    Huy, Leo, podes dejarlo, ya fue. – le aconsejé. Me mordía el labio mientras esperaba a que su risa cesara, ya que estaba a punto de reírme yo también.
-    Está bien. – accedió una vez calmado – Mira, yo ya me voy, si no me queres aca…
-    No es…
-    ¡Sh! – me calló – El tema es que, Martín va a faltar por unos días, no se que le pasa – sentí como si una aplanadora me pasara por ensima – y, como sabras, el sabado es su cumpleaños, asi que me mando para que te dijera que vengas o te mata.
-    ¿O me mata? – pregunté yo sin creerlo, Mocca nunca me amenazaría.
-    No, eso lo agregué yo, me pareció gracioso. Bueno, nos vemos. – y, aunque a regañadientes, se empezó a ir.
-    Leo, espera… - le llame.
Se dio vuelta casi al instante.
-    ¿Asi me vas a saludar? – pregunte, bastante divertida.
-    Perdón, no sabia que te gustaran las cosas típicas de una relación. – comentó con una sonrisa y me rodeó con sus brazos.

Al día siguiente, el colegio parecía devuelta lo que era antes, lo único es que yo no era lo que era antes. El que el único contacto que pudiera tener con otra persona fuera el dar una respuesta en la clase o ser burlada era algo realmente exasperante. Con Leo, además, no estaba segura de si acercarme a hablar o no, ya que, bueno… no me animaba mucho a acercarme a él, uno de los mas lindos del colegio, ademas de ser de quinto, frente a sus molestos amigos y de todas las chicas de su curso, que se morían por él.
El día fue, en su principio, monótono. No lograba entender como antes la soportaba, la soledad era desesperante. Cuando una persona esta completamente sola en un ámbito de su vida por mucho tiempo, digamos que esa manera de pasar el tiempo que aprende para sobrevivir se queda en él por siempre, pero si algún día se encuentra con alguien quien no lo deja, le defiende, e incluso lo quiere, cuando esa persona tan especial se va de la vida del solitario, sin importar por cuanto, eso que aprendió parece olvidarse totalmente, y estar con la otra persona pasa a ser algo completamente necesario. Eso era exactamente mi problema en esos días tan molestos sin Mocca, y tenía miedo de la dependencia que tenía hacia él. Y era distinta a la que tenia por Leo. En un día normal, posiblemente no me afectaría la ausencia de Leo, no demasiado. Obviamente le extrañaría horrores, pero si Mocca no estaba ahí, era aun peor. No se si se me entiende, yo pasaba todo el día con él, solo con él. Despues con mi familia, y si tenia suerte, con Leo. Mi miedo iba a esto: no quería depender de nadie. Pensé seriamente en talvez olvidarme de Mocca y hacer de cuenta de que no lo había conocido, para ver si recobraba esa indiferencia que tanto extrañaba de mi pasado, pero era imposible.
En el recreo, le hize señas a Leo desde afuera de su clase para hablar con él. Salio con una sonrisa divertida haciendo caso omiso a lo que decian sus amigos a sus espaldas. Le llevé a un rincón para hablar.
-    Porfín, me estaba cansando de tu timidez. – comentó.
-    ¿Qué? – pregunté sorprendida.
-    Si, parece como si quisieras ocultarme, o al revez. – contestó.
-    Nada que ver. – le dije yo – No me acerco para no molestarte.
En parte, era cierto.
-    Ah, pero, si no me molestas. Son idiotas esos. – dijo él.
-    ¿Y por qué nunca venis vos? – pregunte. Me había ido por las ramas. Pensaba preguntarle directamente lo que tenia que preguntarle.
-    Porque te estoy probando. – me contestó acariciando con su dedo indice mis pómulos. Normalmente me hubiera dejado llevar, pero el tacto me puso tan nerviosa que le saque la mano.
-    No lo hagas. – le dije.
-    Disculpa, me deje llevar por ayer, que parecía que te gustaban estas cosas.
Parecia divertido, aunque algo ofendido.
-    No, no me molesta… eso. Solo te digo que no me pruebes, no me gusta ir a tu curso para hablar, y no lo pienso volver a hacer. La proxima pasa vos. – propuse con una sonrisa algo retadora,
Se rió y me miro con algo que no pude descifrar, parecido a orgullo, aunque no era eso.
-    Cada dia sos mejor. – dijo.
-    Gracias. Por cierto, ¿podre pasar por tu casa para ver a Mocca? – pregunté.
-    ¿Por eso me buscaste? Dios, como le voy a ganar… - empezo él.
-    Es que estoy preocupada, lo queria llamar pero no pude. – le dije.
-    ¿Preocupada? ¡Es solo un resfriado! – se quejó.
-    ¿Me estas haciendo una escena de celos? – pregunté con tono de burla – tu hermano es mi mejor amigo, es normal que esté algo preocupada y que quiera visitarlo cuando este enfermo, el, supongo, lo haría por mi. Pensa esto, vamos a estar un rato juntos. – le persuadí guiñando un ojo.
Leo empezó a balbucear, y de repente pareció despertar.
-    ¡Che! ¡Esas son mis tecnicas! – advirtió. Yo me rei.
-    No es justo de que seas el único que tiene influencia sobre el otro. – dije.
Nunca crei que yo podria dejar balbuceando a Leo. Me mordí el labio para no gritar de la emoción y reír.
-    Ladrona. – me acusó de broma.
-    Gracias, lo tomo como  un cumplido. – bromeé.
-    Deberias. – dijo con la sonrisa de nuevo en su cara.
Estuvimos a tan poco de besarnos, pero justo terminó el recreo. Cada uno se fue por su lado, ambos con una sonrisa y ganas de lo que no pudo ser. Me senté en mi banco, sin pensar en el hueco a mi lado en el que debería estar Mocca.
Cuando levanté la vista, toda esa felicidad que me embargaba se esfumó al ver la cara de tristeza de Luke, que me miraba. Nos vió pensé. La culpabilidad me invadió, aunque después esa culpa fue reemplazada por furia. No tenía derecho de mirarme de esa manera y hacerme sentir tan mal cuando él nunca me habia dicho nada de lo que sentía y me habia hecho la vida odiosa. La felicidad de antes, aunque no tan viva como antes, volvió.
La clase de plástica era la clase más desastrosa de todas. Nadie se la tomaba en serio, todos hacían lo que querian, y yo tambien. Tomé los auriculares y me puse a escuchar música. Me divertía mucho con el ritmo de las típicas canciones de china y esas canciones japonesas que eran tan graciosas. En un momento, cuando la profesora se fue a buscar algo, los molestos aparecieron de vuelta, liderados por Luke. Rodearon mi banco, yo los miraba con una sonrisa como si fueran un vecino agradable que tocaba tu puerta para charlar un rato, aunque no fuera el caso en ninguno de los sentidos.
Luke me sacó los auriculares para ver que estaba escuchando, se rió, los sacó y dejo que todos escucharan la música. Evite que se notara mi molestia.
-    ¿Podes ser tan rara? Escuchando música china…
-    Japonesa, inculto. – correjí con tono seco sin sacar mi sonrisa.
-    Japonesa inculto. – repitió intentando copiar mi tono. – Sos tan ridícula. Podrias ser un poco normal, Lunatica, no te deberia costar tanto.
-    No te burles Luke, a los retrasados les cuesta parecerse al resto. – dijo uno de los chicos detrás mio.
-    ¿Tenes algun problema? – le pregunté desafiante, parandome para encarar al que me habia llamado retrasada.
-    El problema lo tengo yo. Andas por ahí haciendo pretendiendo ser alguien, te crees que podrias levantarte al chico ese nuevo de quinto y a Martin. Te pensas que sos una genia, pero sos una pelotuda.
Me reí con ganas.
-    ¿Yo pelotuda? – repetí con un gritó entre todos los gritos de mis compañeros - ¿No sera que vos estas celoso? ¿Qué te importa si soy amiga de los dos hermanos?
-    Mucho.
-    ¿En serio? ¿Por qué?
-    Porque vos me molestas.
-    Repito: ¿Por qué?
-    Porque me das vergüenza ajena. Escuchando cosas tan ridiculas, dibujando esas cosas deformes, defendiendo a esos chinos asquerosos como vos.
Recien escuche las palabras “chinos asquerosos” le golpeé. No soportaba a los racistas.
Todos los chicos se pusieron a gritar al unísono “Pleito, pleito” mientras retrocedían para dar lugar a la pelea entre Luke y yo. Me di cuenta de que sus golpes no eran fuertes, pero yo casi le rompo la nariz. Cada golpe era por algo: por haberse confesado de esa manera tan odiosa, porque a pesar de quererme me hacía la vida imposible, por dejarme si quiera con la duda de si me quería o no, por haberme dejado en ridículo tantas veces, por haber metido a mis queridos Mocca y Leo en esa pelea idiota. Por ser tan hijo de puta que metió, no solo a mis amigos, sino a todo un país en medio.
Entonces llego la profesora de plastica, que al instante de vernos se quedo parada sin saber que hacer. Salió afuera, mientras nosotros dos seguiamos a las piñas, en busca de ayuda. A ella acudió mi profesora favorita, la de historia. Nos separo y nos mandó a la oficina de la directora. Muy cuidadosa, nos acompañó hasta la oficina para evitar otro pleito. Ella entró primero a la oficina para explicar lo que vió. Yo aproveche ese momento, que Luke ya estaba calmado. Estaba sentado en un sillon, son los codos apoyados en las piernas, mirando al piso como si estuviera desconsolado. La furia me atacó de vuelta, pero esta vez me reprimí, ya había llegado muy lejos.
-    ¿Se puede saber, ahora que estamos solos, cual es tu maldito problema? – le exigí saber.
-    ¿Qué me pasa…? Nada. – negó él.
-    No me mientas. No soy tonta.
-    Lo se. Es que… disculpame. – se disculpó con las manos en la cara. No me queria mirar.
-    Luke, no tenias necesidad de hacer eso.
-    Vos no tenías necesidad de hacer… de mostrar… de estar… no importa. – balbuceó.
-    ¿Hablas de Leo? – pregunté, y él asintió - ¿por eso me dejaste en ridículo y metiste a Mocca en el medio?
-    Si. Fue como lo tuyo, despues de tanto tiempo de jodas, explotaste. – comparó.
-    Ni te atrevas a compararte con migo. – me miró por primera vez en esa sala – Yo no exploté, si hubiera tenido que explotar lo hubiera hecho hace tiempo. Yo te golpeé por ser un racista. Metiste en el medio de una joda estúpida a todos los chinos. No tenes derecho alguno de burlarlos solo por ser distintos a vos. Ademas, tampoco tenes derecho a compararte con migo, vos soportas a Leo desde hace un més como mucho, yo te soporto a vos desde que llegue al colegio. Y eso es ya mucho tiempo.
Luke se paró con una mirada arrepentida y extendió un brazo hacia mi. Todo eso me llevaba a pensar de que, de algun modo, estaba realmente arrepentido. Retrocedí para que no me tocara y me miré al espejo que habia en una pared. Mis ojos estaban llenos de lágrimas, aunque no lloraba. Era sorprendente. Nada, en años, me había hecho que siquiera las lágrimas llegaran a inundar mis ojos.
Entonces lo llamaron a Luke. Noté que se le estaba formando un moretón en la nariz y en un pómulo. Con eso va a aprender pensé. Me volví a mirar al espejo, las lágrimas habian desvanecido. Noté que, tal como a Luke, se me estaba formando un moretón en mi pómulo derecho. Me lo imagine como una cicatriz de batalla, y me reí. Me di media vuelta y vi a mi profesora.
-    Luna, ¿por qué te golpeó? – me pregunto.
-    No me golpeó él, le golpeé yo. – confesé.
-    ¿Por qué?
-    Porque… - empecé – no me va a creer.
-    ¿No te voy a creer la razón de haber golpeado a un compañero?
-    Es que, es ridículo.
-    Dejame adivinar: estaba durmiendo en clase y vos aburrida entonces lo agarraste desprevenido – bromeó.
-    No, es que, vino con el resto de los chicos a molestarme, me saco la música y la empesó a criticar. Criticó todo, a mi, a mis amigos, a los chinos, ¡y ni siquiera era china la cancion! – exclamé exasperada por el simple recuerdo.
-    Entonces lo golpeaste por haberte burlado. – intentó adivinar.
-    No. Lo golpeé por haberse metido con gente que no tenian nada que ver en el tema. Lo hize porque, como tantas otras veces, discriminó a un tipo de personas por ser distintas a él. – expliqué por milésima vez.
-    Sabia que vos eras especial. – dijo – No te preocupes, yo hubiera hecho lo mismo. Aunque dejame darte un consejo, evita que se te vaya la mano con facilidad. Hay veces que es sorprendente como con palabras podes arreglar algo. Ademas, si se terminan peleando, hace que la pelea sea corta, sino pasa lo que te paso recien.
-    Ah, gracias. Pero... ¿por qué me dice esto? Deberia decirme que le dijera a un adulto o algo asi.
-    Lo sé, pero creo que las cosas no siempre funcionan por las buenas. Sos muy parecida a mi, y estoy segura de que crees como yo que los adultos en cuanto a estos temas no sirven. Los adultos solo sirven para que crean que sos miedosa, que no te animas a enfrentarlos. Una nena por asi decirlo. Ademas, en tu caso, ¿Qué les dirias? ¿Por ser racistas?
Nos reimos las dos. Entonces salieron de la oficina Luke, quien parecía un fantasma en pena que, al mirarme, suplicaba perdon sin un solo gesto o palabra.
-    Luna, disculpa el problema, aunque la proxima nos decis a nosotros, los adultos. – la mire divertida a la profesora, aunque de pronto caí en cuenta de que me estaba pidiendo perdón.
-    ¿Qué la disculpe? ¿Por qué? – pregunte con cierta cautela.
-    El señor Taylor ya confesó. Que la golpeó y prácticamente la obligó a seguirle la corriente. – dijo la directora – Ahora, Taylor, - dirjiendose a Luke -  como ya sabes, quedas suspendido por una semana.
-    ¿Suspendido? – repetí yo sin dar crédito a mis oidos.
-    Si, por usar la violencia, en sima hacia una mujer.
-    ¡Pero no pueden suspenderlo, fue una estupidez!
-    Esta bien, no importa. – intervino Luke.
No podia creer que estaba haciendo, era como un suicidio. Era tomar una bala por mi.
-    No, no le mie… - empecé yo y la directora me interrumpió.
-    Redford, vaya a clase mientras yo llamo a los padres de Taylor. – me obligó.
-    Pero… - me queje mirando a la profesora y a la directora a la vez.
-    Vayase.
Entonces, con la profesora, sali del despacho.
-    Entiendo que estes enojada, pero no hay nada uqe puedas hacer. – intento reconfortarme la profesora.
-    ¿Por qué lo hizo? No entiendo…
-    Debe estar enamorado de vos. – me sorprendí.
-    ¿Por qué lo dice?
-    Porque los chicos son asi cuando estan enamorados y el otro no les da bola. Ademas, las miradas que te da en la clase son varias.
Tenia una sonrisa divertida.
-    No debía…
-    Harias una buena política vos. – dijo, tomandome desprevenida – sos una buena persona, tenes buenas ideas, sos buena en los debates…
-    ¿Buenas ideas? – pregunte con una risa amarga.
-    Bueno, no se decirlo, buenos ideales. Mira como defendes tus creencias y a los otros. No sos una persona interesada, sino lo contrario. Lo que te interesa, según lo que te escuche, es un trato mas igualitario, pensas como yo, que somos iguales.
-    Obviamente. – di la razon – Pero eso no me haria buena politica. A, digamos, “nuestro” tipo o nos tienen escondidos o, bueno, no duramos. No seriamos tan populares como el resto…
-    Si, tenes razon. Sos muy lista. – al decir esto llegamos a la puerta de la clase, la mire suplicando.
-    Por favor…
-    Esta bien. Veni con migo. – accedió.
Entonces, gracias al genio que era el portero, salimos las dos del colegio, antes de que yo pudiera siquiera. Fuimos caminando por una calle (por fin habia identificado una, el cano, que me acordaba de la vez que me reencontre con Al) mirando vidrieras y hablando de estos temas que habiamos empezado.
-    ¡Alguien que me entiende! – exclamé maravillada – mi papa siempre se burla. Dice que es ridículo.
Estabamos las dos en un Mcdonalds comiendo. Ella se habia ofrecido a invitarme, y estaba tan entretenida con la charla que tuve que acceder, ademas de el hecho de que no tenía plata.
-    Pero es en serio ¡Parece que hubieran mas cosas hechas en China o Taiwan que aca! – comentó la profesora.
-    Las cosas, tipo lapiceras y lápices, se hacen  en Brasil o en Alemania.
-    La ropa y calzado en Brasil.
-    Y si es bueno, siempre tiene que ser de otro país, no del nuestro. ¿Dónde quedo ese absurdo orgullo argentino? – bromeé.
   Era gracioso que hablaramos de estos temas con tanta gracia, quiero decir, ambas no reiamos bastante, cuando no estaba del todo segura de si era un tema para reirse o no.
-    Igual, dejemos estos temas a quienes se tienen que encargar de ellos. Decime algo: ¿estas con ese chico, Giordano?
-    ¿Cuál de los dos? – pregunté yo.
-    ¿Con los dos? Bien… pero yo me refería a Martin.
-    Ah, es mi mejor amigo. – contesté.
-    ¿Y el otro? – me preguntó. Tenia unos grandes ojos negros y su pelo, del mismo color del anterior, caia desmechado en su pera. Parecia tan chiquita. Nadie diria que tenia mas de 20 años, era bajita y muy flaca, daba la impresión de ser una de esas personas tan listas o talentosas que se habiam obsecionado o vuelto locas. Sin embargo era muy simpatica.
-    Es algo asi como mi novio, aunque no solo que nadie lo sabe sino que ni siquiera nosotros estamos del todo seguros del tema ese. – explique.
-    ¿Lo queres? – me preguntó – Sino no te gastes, por lo que veo, ya, contando a Leo, son 3 chicos detrás tuyo.
¿Cómo sabia de Al?
-    ¿Tres?
-    Si, los dos Giordano y Taylor.
-    Ah… pero Martín no gusta de mi…
-    Pues no lo demuestra. Desde el primer dia de clases estan pegados.
-    Es que somo muy amigos… pero, ¿Cómo se da cuenta de estas cosas? – cuestioné.
-    Me doy cuenta. Es un sexto sentido. – respondió ella antes de comer una papa.
-    Ah… ¿pero porque me lo dice, de todos modos? – pregunté.
-    No se, - se oncojió de hombros – me caes bien. Ademas, cuando veo a la mejor alumna que tuve hasta ahora, si la puedo ayudar en algo, en especial cuando es un tema tan divertido, lo hago.
-    ¿La mejor alumna? Siempre me tomé como inútil. – dije divertida, aunque a ella no le dio ninguna gracia.
-    ¿Inútil? Nunca digas eso. En todos casos mas inuiles son tus compañeros, que no tienen las luces necesarias en la autopista.
-    Algunos si… - intenté defender a los causantes de mi martirio diario.
-    Si, dentro del auto. Eso solo lo empeora.
-    ¿No sos muy dura?
-    Soy realista. – respondió con la mirada fija en mi.
-    Y pesimista. Pensé que eramos idealistas. – dije.
-    Lo somos. – dijo con la alegria de vuelta. Era como una nena, inocente o incluso ingenua, pero en realidad no había que dejarse llevar por esa impresión que te daba, porque era incierta.
Lo mismo con Luke. Él me había hecho la vida imposible, parecia que me odiaba, pero el dia anterior y lo que había pasado en la oficina mostraba su otra cara: una persona capaz de querer algo distinto, que se arrepentía por sus errores, valiente. Lo mismo con Leo, tan indiferente al amor que era cuando lo conocí, llevandose chicas para acostarse todos los días, termino en cierto modo confesandose en esas vacaciones. Mocca, bueno, su cara era siempre la misma, aun no habia descubierto la otra.
Si lo pienso bien, todos tenemos dos caras, una negativa y otra positiva. Yo misma, tímida y reservada con algunos, y abierta y mas extrovertida con otros. La profesora, tan estricta y madura e incluso violenta cuando la enojaban, que era seguido en mi clase, y tan divertida e infantil cuando la agarrabas de buen humor. Todos somos asi, una cara muestra nuestra negación a los miedos y cosas malas, y la otra nuestro valor y bondad. Despues, el cual mostrar, era algo que uno mismo elegía.

1 comentarios:

BlackChaos-- dijo...

Estaa geniall la historiaa! quiero mass! ♥ :D

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